Todo es energía. Lo que podemos ver, oír, saborear, tantear u oler se hace desde diferentes longitudes de onda que vibran a diferentes frecuencias. Nuestro cerebro es como un traductor que tiene la capacidad de interpretar estas frecuencias en lo que percibimos como nuestra realidad física. Por lo tanto, la interpretación de un clúster de energía como de una silla, de un árbol o de otra persona; lo percibimos como energía física o sólida, pero rómpelas en sus partículas más pequeñas y serán solo energía.
Hay energía no-física, por supuesto. Nuestros pensamientos, por ejemplo, son simplemente vibraciones diferentes.
Cada vez que tienes un pensamiento envías vibraciones específicas sobre éste. Si te hace sentir bien se trata de un pensamiento “positivo”, está vibrando en una frecuencia más alta. En cambio, si te hace sentir mal, es uno “negativo”, vibra en una frecuencia más baja. Por lo tanto “Te odio” tiene una frecuencia mucho más baja que “Te amo”.
Cuanto más enfoque se da a un pensamiento, más de la misma vibración se unen. Esto es la ley de la atracción en acción, los iguales se atraen. A medida que la vibración crece, se vuelve más fuerte, estable, capaz de atraer otras frecuencias iguales. Cuanta más atención se da a un tema se facilita volver a pensar en ello, y se volverá más evidente en tu mundo aquello que el pensamiento afirmaba. Si piensas que el mundo es un lugar terrible y pasas mucho tiempo viendo noticias negativas, buscas historias horribles y tristes, conversas mucho con otros acerca de cómo el mundo va cuesta abajo, literalmente más historias de apoyo a esta visión del mundo te encontrarán. Cada vez que llegues a conocer a alguien que piensa que el mundo es un lugar maravilloso, esto probablemente te va a molestar porque la energía de sus pensamientos te será completamente extraña.
Tus pensamientos forman una vibración colectiva. Algunos son más negativos y otros más positivos, pero la mayoría de tus pensamientos van a ser más o menos del mismo rango. Si piensas principalmente en positivo, tu vibración general va a ser más alta que si piensas mayormente en negativo. Esta vibración colectiva afectará los pensamientos o vibraciones a los que tienes acceso. Si eres una persona predominantemente negativa, no será imposible pero sí muy difícil pensar en algo alegre o tener una idea feliz. Por lo tanto, ¿somos entonces simplemente una colección de nuestros pensamientos? En realidad no.
Poseemos la capacidad de elegir deliberadamente en qué pensar. No tenemos que estar a merced de nuestros pensamientos, dejando que los determinen nuestras vibraciones colectivas. Lo que somos es energía pura y positiva. Nuestro estado natural es de una vibración alta.
En conclusión, si tus pensamientos no son como en el estado de meditación, puedes naturalmente volver a esa alta frecuencia. Sin embargo, cualquier pensamiento que se aparte de la alta vibración tendrá, generalmente, el efecto de llevar la tuya hacia abajo.
Podemos cambiar nuestra energía en cualquier momento.
Hay muchas maneras de elevar tu vibración, y puedes trabajar tu camino en la escala emocional “un problema a la vez”. Pero lo más importante es recordar que tienes el poder de elegir tus pensamientos; por lo tanto puedes cambiar su vibración y cómo te sientes. Haz un compromiso el día de hoy; no desistiré de sentirte bien, de ser quien realmente eres. Reclama tu poder y elige deliberadamente sentirte de la forma en que es supuesto que te debas sentir, es decir “bien”. Es tu estado natural, todo lo que tienes que hacer es permitirle regresar a él.
Te invito a que descubras el gran tesoro que llevas dentro de ti en el mejor curso de desarrollo humano donde aprenderás a SER UN CREADOR DELIBERADO, “Manifiesta Tus Deseos”, escrito e impartido por Claudia Villaseñor. Para más información envía un mensaje aquí: https://wa.link/tiyxkf